jueves, 1 de marzo de 2012

Reseña: Vertigo, la delgada linea entre amor y obsesión


Vertigo (1956)
Dir: Alfred Hitchcock

Debo admitir que el trabajo de Alfred Hitchcock es una de las grandes deficiencias en mi historia como  cinéfilo. Sólo he visto cinco películas por el reconocido director y, aunque todas me han gustado de una u otra manera, nunca me he sentido obligado a profundizar en su filmografía. Vertigo es la más personal y tal vez mejor de las que he visto, pero hay ciertas cosas que le impiden ser mi favorita.

En Vertigo, el legendario James Stewart interpreta a Scottie, un ex detective que deja la fuerza después de que un ataque de acrofobia (miedo a las alturas) durante una persecución en una azotea resulta en la muerte de un compañero. Posteriormente es reclutado por su viejo amigo, el empresario Galvin Ester para utilizar sus habilidades para seguir a su esposa Madeleine (Kim Novak), quien sospecha esta poseída y al borde de cometer suicidio, Scottie acepta a regañadientes.

Siempre realista, Scottie cree que Madeleine sufre de demencia, muy lejos de estar poseída por espíritus malignos. Poco después se enamoran y es aquí cuando las cosas se vuelven realmente extrañas. Madeleine comienza a mostrar signos de posesión por parte de uno de sus antepasados. Scottie no puede hacer nada para detenerla y todo termina en tragedia.

Es en este punto donde los temas de la película cambian radicalmente. Lo que antes era una historia de misterio un tanto sobrenatural se convierte en una historia de culpa, obsesión y locura. El gran cambio ocurre a mitad de la película, pero se las arregla para mantener las cosas interesantes y emocionantes así que el espectador nunca que se siente engañado.

Steward comanda esta película interpretando a un personaje realmente desagradable. Él es obsesivo, compulsivo, neurótico y el tipo de persona que trata de convencerte que todas las cosas extrañas que suceden a tu alrededor tienen una explicación lógica hasta el punto de fastidiarte. Steward muestra estas emociones no con expresiones o movimientos, sino con sus grandes ojos azules que te dicen todo lo que necesitas saber acerca de su personaje mejor que el diálogo lo haría.

Y de una manera esto es lo mejor porque la parte más débil de esta película es el diálogo, demasiado melodramático y explicativo para su propio bien, a veces llegando al extremo de arruinar escenas que pudieron ser buenas. Sin embargo, los principales puntos de la trama siguen siendo interesantes y en su mayoría compensa el terrible dialogo, esto es hasta el absolutamente horrible y abrupto final que mata cualquier sentido de la emoción que la historia tenía a su favor hasta ese punto. Hay una importante confesión  y luego sólo se termina, así, a medio clímax. Es un final insatisfactorio y decepcionante que deja al espectador sin ningún sentido de conclusión.

Eso, combinado con la larga duración y el ritmo lento no permiten que la trama se desenvuelva de manera adecuada. Personajes como la amiga de Scottie, interpretada por Barbara Bel Gedes, se sienten innecesarios; claro, es importante mostrar que Scottie tiene relaciones normales, pero sus escenas no son interesantes en lo más mínimo y el personaje no se desarrolla más allá de ser una celosa ex novia. Simplemente mantiene el enfoque lejos de los personajes realmente importantes.

Si hay algo por lo que Hitchcock es conocido es su dominio de todos los aspectos técnicos de sus películas. En Vertigo, el color juega un papel importante permitiendonos entender a los personajes y lo hace de una manera hermosa. El uso de zooms y trackings (por lo general al mismo tiempo y en direcciones opuestas) hacen un trabajo fantástico en transmitir al espectador la sensación de vértigo que Scottie siente y los flashes de color y animación combinada con acción real nos profundiza en su deteriorada mente . Si hay una escena que resume las perfectas cualidades técnicas de esta película es cuando Kim Novak aparece por primera vez en la pantalla en el restaurante, la combinación entre el ángulo de la toma, el vestuario, la iluminación, el fondo y la música es simplemente magnífica.

Vertigo es técnicamente la mejor de las películas de Hitchcock de la que he visto, pero sus muchos defectos realmente me impiden disfrutarla completamente. La historia principal es sin duda emocionante y es interesante ver un lado más personal de Hitchcock en el personaje de Scottie, que trata de modelar a su chica en la forma en que a él le parece perfecta, no muy diferente a lo que Hitchcock hizo con sus actrices principales. Sin embargo, falta ese sentido de entretenimiento de sus otras películas, por lo cual North by Northwest sigue siendo mi favorita.

 

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