jueves, 23 de febrero de 2012

Reseña: The Girl with the Dragon Tattoo


The Girl with the Dragon Tattoo (2011)
Dir: David Fincher

Debo abrir esta reseña  diciendo que no he leído la novela de Stieg Larsson en que se basa esta película, tampoco he visto la adaptación de 2009 de su país de origen así que no puedo comparar las dos o hablar acerca de lo fiel que es o no a la novela. Llegué a esta película muy poco familiarizado con su historia, excepto por el hecho de saber que hay una controversial escena de violación en ella.

La película inicia con una hipnótica secuencia de títulos que pone a las de la serie de James Bond en vergüenza y establece el tono oscuro, maniático y melancólico de lo que seguirá. Luego nos muestra a Mikael Blomkvist (Daniel Craig), un periodista que perdió una demanda por difamación contra un empresario corrupto llamado Wennerström, que ha dejado tanto su ego como su reputación completamente destrozados. El que todo el mundo le recuerde constantemente de la derrota solo lo hace peor.

Posteriormente es contratado por el ex-empresario Henrik Vanger para utilizar sus habilidades de investigación para averiguar quién en su increíblemente loca familia mató a su querida sobrina hace 40 años. El caso no es fácil, todos en la familia parecen tener sus propios motivos y son malignos de una forma u otra, pero la recompensa es demasiado buena como para dejarla pasar: información secreta sobre Wennerström que demuestra  que Blomkvist siempre estuvo en lo correcto.

Pero, ¿qué papel juega la titular chica en todo este asunto? La primera vez que vemos a Lisbeth (Rooney Mara), está dando a un hombre que trabaja para Vanger toda la información que necesitan sobre Blomkvist. Ella es una investigadora y posee habilidades casi sobrenaturales de hacking. Por la mayor parte de la primera hora de la película, su historia se desenvuelve por separado a la de Mikael. Ella está bajo tutela legal por haber sido diagnosticada incapacidad mental a los 12 años después quemar vivo a su padre.  Es presentada como asocial, fuerte, decidida, violenta cuando tiene que serlo y, sobre todo, inteligente.

Aunque no es malo en sí, todo esto se siente un poco inconexo, casi como si estuviéramos viendo dos películas diferentes intercaladas entre sí. No es hasta que ambas historias se convergen que las cosas se vuelven realmente emocionantes. Mikel contrata a Lisbeth para trabajar con él, ella sólo acepta casos que son interesantes pero él no tiene que hacer mucho para convencerla después de que le dice lo que ha descubierto.

Este es el punto donde el dominio que el director David Fincher tiene sobre los thrillers de suspenso  comienza a brillar. Como ha demostrado con Se7en y Zodiac, muy pocos directores pueden crear un misterio como Fincher lo hace. Tal y como en esas películas, hay un punto en el que el interés deje de venir de la investigación en sí y en su lugar viene del observar a fascinantes personajes que están bien creados tanto por actores como guionistas resolver los enigmas e interactúar unos con otros, lo que eleva una trama predecible a niveles emocionantes.

Las películas de Fincher también son conocidas por tener un estilo específico, esta vez proporcionado por el cinematógrafo Jeff Cronenweth, con quien ya ha trabajado en The Social Network y Fight Club. TGwtDT no es diferente, es elegante como sólo Fincher sabe cómo hacerlo.  Los sets no son embellecidos, todo se ve igual que lo haría en la vida real, lo que combinado con la sombría iluminación establece un estado de ánimo inquietante que de alguna manera se siente real y onírico al mismo tiempo.

Su confiando estilo de dirigir le permite utilizar ángulos de cámara inventivos e impresionantes (como un punto de vista subjetivo desde el interior de una bolsa de plástico) que son excelentes. La musicalización de Trent Reznor y Atticus Finch es también brillante y complementa las imágenes increíblemente bien y no tienen miedo a experimentar como una escena de tortura con una canción de Enya en el fondo demuestra claramente. En total, esta es una película casi perfecta técnicamente hablando.

Una cosa que debo señalar es que esta es una película muy violenta, que para mí en un principio no plantea ningún problema, ya que he visto películas violentas desde que era un niño. Pero el deseo de Fincher de hacer las cosas lo más realista posible hace ciertas escenas muy difíciles de ver. La escena de la violación, en particular, es absolutamente brutal y se para hombro a hombro con Irreversible como uno de los  momentos más incómodamente fuertes que he visto en una película.

A pesar de que el nombre de Daniel Craig aparece primero en los títulos y material publicitario, es Rooney Mara quien se roba el show con su sublime actuación como Lisbeth. Su herramienta más poderosa es el silencio, lo que la hace parecer casi robótica y de corazón frío, pero hay una cierta vulnerabilidad detrás de su exterior resistente. La atención a cada pequeño detalle desde la forma en que habla, se mueve e incluso cuando no está haciendo nada en particular es increíble. Mara le da todo a su personaje, física y emocionalmente y lo demuestra en pantalla.

Pero eso no quiere decir que Craig no es bueno. Interpreta un papel fuera de lo que estamos acostumbrados a ver de él como un hombre que ha perdido la confianza en sí mismo, pero esta sin embargo decidido a hacer el trabajo, también es torpe y más normal que cualquier otro personaje que haya hecho. Ambos tienen una buena química y eso hace que las interacciones entre los personajes y los pequeños momentos como Lisbeth volteando los ojos en desesperación cuando Mikel tarda varios minutos en encontrar una imagen en la computadora sean absolutamente excelente.

Fincher no es un director que se adhiere a la típica historia de tres actos (principio, medio, clímax). Lo hace a su manera y juega con varias historias al mismo tiempo como lo ha hecho con sus otras películas. Este método no funciona tan bien aquí, debido a que la historia no es lo suficientemente fuerte para sostenerlo; la investigación principal es excelente, pero algunas sub-tramas terminan aburriendo y los últimos minutos se sienten completamente fuera de lugar con el resto de la película. Con dos horas y cuarenta minutos es demasiado larga y puede ser bastante pesado en partes porque la historia simplemente no está hecha para mantener a una película tan larga interesante en todo momento.

Fincher es uno de los maestros del cine moderno y aunque Girl with the Dragon Tattoo no alcance en calidad a sus otros trabajos, es una muy buena película con personajes interesantes y una hermosa estética que definitivamente vale la pena ver.




miércoles, 22 de febrero de 2012

Reseña: Tokyo Drifter, un paseo bizarro por el Japón de los sesenta.



Tokyo Drifter (1966)
Dir: Seijin Suzuki


Tetsuo camina por un cementerio de trenes desierto vestido con un saco blanco. Se encuentra con un hombre que lleva una chaqueta de color negra. A través de su conversación nos enteramos que Tetsuo alguna vez fue parte de una banda de yakuza (gangsters) dirigida por Kurata, quien ha decidido renunciar a su vida de crimen y a quien Tetsuo siempre le ha sido leal. El hombre de negro trabaja para Otsuka, jefe de una banda rival que está tratando de convencer a Tetsuo a unirse a su banda. Él se niega, es golpeado y se gana el odio de Otsuka. Este es el comienzo de Tokyo Drifter, presentado en un blanco y negro que contradice la historia llena de color que le sigue.

Otsuka los empuja de nuevo a la vida del crimen después de que los ata a una estafa de bienes raíces, lo que obliga a Tetsuo a abandonar Tokio y vivir la vida de un vagabundo,  tratando de sobrevivir a los ataques de los hombres de Otsuka que están tratando de deshacerse de él de una vez por todas.

Muchos otros personajes entran en juego a medida que la trama se vuelve más y más complicada, pero ninguno de ellos es tan impresionantes como Tetsuo. Él es un héroe de acción clásico, demasiado inteligente, rápido y fuerte como para ser asesinado; un repelente de balas con puntería maestra cuya pistola nunca se queda sin las mismas. Él lucha por su lealtad y para sobrevivir, lo que le hace pagar un alto precio más adelante. A primera vista, esto parece cualquier otra película de  yakuza/gángsters, y en cuanto a la historia lo es. Pero la forma en que esta es tratada es lo que la hace verdaderamente especial.

El director Seijun Suzuki creó una película que es innegablemente un producto de su época, pero que resiste el paso del tiempo como pocas. Se combina a la perfección una amplitud de géneros para hacer de esta un drama de gángsters complejo e intrigante, una comedia tonta y, a veces,  incluso un musical.

Los colores son vibrantes y los motivos visuales son infinitos y se pueden ver en todos los diseños desde la pintura de los autos a los fondos y la ropa de que utilizan los personajes. Pero no estan allí por el hecho de verse “bonito”, todo tiene un significado. Él ejemplo más claro es que a través de la película de Tetsuo viste un traje azul claro, mientras que Otsuka, el villano, viste un rojo luminoso. La escenografía es también inventiva y absolutamente loca. Este es uno de los ejemplos más claros de cómo los colores e iluminación pueden ser utilizados para darnos un mejor entendimiento de la historia, los personajes y las intenciones del director.

La edición es también extremadamente extraña. Hay muchos cortes bruscos que se producen justo en medio de la acción y tiran una curva completa al espectador. Un ejemplo es cuando Tetsuo está siendo perseguido por uno de los hombres Otsuka a pie; él se esconde detrás del pilar de un puente, vemos al enemigo caminar sobre el puente arriba de Tetsuo sin darse cuenta de su presencia, un corte rápido a las señales del tren y luego se corta de nuevo a Tetsuo, ahora parado frente al hombre en el medio de las vías del tren con el tren acercándose peligrosamente a ellos. Hay muchos más momentos como este a través de la película que son absolutamente extraños.

Y, sin embargo, la película es capaz de salirse con la suya, ya que esto sólo aporta a la experiencia de verla. No es difícil de conectar los puntos de lo que sucede entre un momento y otro, lo que lo hace muy interesante porque el director esta confiando plenamente en la capacidad de su audiencia de comprender los procedimientos y estos en realidad ayudan el ritmo de las secuencias de acción, impidiéndoles que se conviertan en parodias tontas de ellas mismas con el paso del tiempo como habría esperar de una película de acción de los años 60.

Pero no obstante esta es una película tonta. Una escena en particular lo ejemplifica mejor que ninguna otra. En la última mitad de la película hay una pelea en un bar absolutamente ridícula que se siente que fue sacada directamente de la serie de Batman de los 60; las personas comienzan a unirse a la lucha por ningún motivo alguno, un grupo de chicas comienza a jugar con los combatientes diciendo cosas en terrible Inglés, mesas, sillas y botellas son utilizadas y en el medio de la locura una bailarina exótica salva a Tetsuo golpeando a un atacante antes de lanzarse a sus brazos y decir "mejor que los hombres franceses, ingleses y americanos juntos" con la expresión más estúpida que he visto en mi vida. Al final, todos terminan convenientemente apilados fuera del bar.

El sonido también juega un importante papel, especialmente la canción que da nombre a la película, que es cantada por Tetsuo para indicar su presencia. El resto de la banda sonora está compuesta por melodías ligeras que nos introducen en la ambientación de la época.

Este es uno de los pocos casos de "estilo sobre historia" que funciona a la perfección, una película que acepta su estilo de tal manera que está completamente definida por el mismo y le saca provecho completamente. Tal vez existan películas en el género con historias más profundas y significativas, pero Tokyo Drifter se destaca por lo absurdamente entretenida que es.

martes, 21 de febrero de 2012

Reseña: Hugo, 69 años de conocimiento cinematográfico en un solo film.



Hugo (2011)
Dir: Martin Scorsese

Más que un gran cineasta, Martin Scorsese es un amante y conocedor del cine, el hombre sabe todo lo que hay que saber acerca de películas; tan solo oyéndolo hablar de cine se puede ver lo grande que su pasión, así que es natural que lo veamos hacer una película sobre uno de los creadores más innovadores de los primeros días del cine, después de todo, no hay nadie más calificado que él para hacerlo y con Hugo ha combinado a la perfección su dominio de esta forma de arte con su amor y conocimiento de la historia del cine.

Asociamos a Scorsese con películas sobre religión y violencia protagonizadas por mafiosos y psicópatas por lo general interpretados por Robert DeNiro y Leonardo DiCaprio. Pero la verdad es que él es un director increíblemente versátil que ha transcendido perfectamente a través de una variedad de géneros. Hugo podría ser considerada una película infantil, casi descartable por los que esperan algo como The Departed o Goodfellas, pero esta puede ser fácil y realmente disfrutada por toda la familia.

Hugo aprendió todo lo que necesita saber acerca de relojes y maquinaria de su padre, quien murió en un incendio, y de su tío borracho que lo lleva con él a la estación de trenes después de la muerte de su padre para que sea su aprendiz y ha estado desaparecido durante meses. En lugar de ser llevado a un orfanato, decide evitar a los guardias y vivir en lo profundos interiores de la estación arreglando los relojes de la misma y robando comida y piezas de maquinaria para reparar un autómata en el cual él y su padre trabajaban antes de su muerte.

Su vida es complicada por el Inspector de la estación, un hombre de corazón frío pero tonto que persigue a los jóvenes ladrones y los envía al orfanato. También conoce a un extraño anciano que trabaja en una tienda de juguetes en la estación y se hace amigo de su ahijada Isabelle. Él e Isabelle descubren que el viejo está conectado con el autómata de alguna manera y a través de su investigación son capaces de descubrir que este viejo es en realidad George Méliès, uno de los creadores más innovadores de los primeros días de cine que ha renunciado a hacer películas y esconde de su pasado de todo el mundo.

Esta es una película con colores vivos y brillantes, inocencia infantil y un hermoso sentido de descubrimiento y sin embargo, tiene esos toques clásicos que la convierten indudablemente en una película de Scorsese como personajes reprimidos que anhelan redención. Su uso de clips de películas antiguas y recreaciones de los momentos importantes de la historia del cine son maravillosos y casi educativos, sin embargo nunca deja de ser entretenida.

La historia se divide básicamente en dos partes: las aventuras de Hugo e Isabelle y la historia de George. Estas se complementan muy bien la una a la otra y el tono se mantiene constante entre ambas lo que hace que la transición entre una y otra apenas se sienta. Es una película que se ve fantástica, no importa en qué personaje la historia se esté centrando.

Asa Butterfield y Chloe Moretz hacen un gran trabajo como protagonistas, muy rara vez se ve a niños actores que son tan eficientes en sus actuaciones. Ben Kingsley se ha visto últimamente en varias películas terribles, pero aquí está de nuevo en forma interpretando a Mélièr en diferentes períodos de su vida y haciendo un trabajo fantástico en ello. Sacha Baron-Cohen interpreta al inspector, que proporciona gran parte de la comedia física y es algo tonto, pero nunca se convierte en una caricatura y por medio de su relación con los otros personajes se llega a ver su lado más humano y amable. El resto del elenco es igualmente memorable y hay varias caras conocidas, incluyendo un cameo del mismísimo Scorsese.

Esta película sobre amor al cine fue hecha con el mismo cuidado y amor que predica. Tiene un innegable encanto que atrae a jóvenes y adultos y se levanta hombro a hombro con los mejores trabajos del director.




lunes, 20 de febrero de 2012

Reseña: Tower Heist, el cine en su forma más simple.

Tower Heist (2011)
Dir: Brett Ratner


Con la excepción de su imperdonable entrada en la serie X-Men y la mediocre After the Sunset, disfruto las películas de Brett Ratner. Él es un director que suele verse con desdén por su estilo tan básico de hacer cine. Pero siempre las he disfrutado en toda su gloriosa simplicidad, de hecho voy a ser honesto y admitir que Rush Hour 2 es una de mis películas favoritas. Tower Heist se mantiene con esta mentalidad simplista, es una buena pieza de entretenimiento, pero al final, el rasgo más notable del director (el hecho de mantener  sus películas lo más simple y digerible para las audiencias masivas como sea posible) es lo que más la daña.

La trama toma prestado de otras películas, en especial los remakes de Ocean’s Eleven y Fun with Dick and Jane, incluso tiene a Casey Affleck (de las películas de Ocean’s) y a Tea Leoni (de Fun with Dick & Jane). Aquí, un grupo de empleados de un edificio de apartamentos para ricos de alta seguridad pierde todo su dinero después de que un inquilino rico a quien le habían confiado todos sus ahorros se ve envuelto en un esquema de Ponzi (una inversión fraudulenta utilizando dinero de inversores), por lo que hacen la cosa más lógica que  un grupo de personas haría en esta situación: irrumpir en su apartamento y robarle todo su dinero.

La parte "graciosa" del problema es que todos son más o menos estúpidos, así que deciden contratar a un "experimentado" ladrón que resulta ser igual, si no más, inepto que ellos, sin mencionar egoísta. Luego se nos presentan escenas como la de una anciana que se acerca al grupo en pleno robo para la gran sorpresa de ellos y les pide que saquen a pasear a su perro, aparentemente ajena a lo que está sucediendo delante de ella; da la vuelta y se marcha como si nada hubiera sucedió para el alivio del grupo. Esta, como muchas otras en la película, es una escena que hemos visto hacer infinidad de veces en infinidad de otras películas. Es un argumento muy cliché y formulista.

Las películas de robo usualmente se dividen en tres segmentos: él problema, la planificación y el propio robo. Esta película no se vuelve demasiado compleja como ya estamos acostumbrados a ver, realmente no exige toda la atención del público y no tiene una gran cantidad de factores que entran en juego, por el propio hecho de que mantiene en una mentalidad simplista. Esto no es necesariamente malo, pero impide un desarrollo de la historia realmente emocionante y sorprendente.

Ben Stiller, Gabourey Sidibe, Matthew Broderick, Eddie Murphy, Affleck, Leoni y el resto del elenco hacen un buen trabajo, más nunca van más allá de lo poco que demandan sus personajes. Son todos igualmente carismáticos y esto representa lo más cercano que Murphy ha estado a sus días de gloria. Sin embargo, con tanto talento cómico presente, se siente como una oportunidad perdida, nunca intentan salir de la rutina para hacer sus líneas especiales o más graciosas.

Pero tal vez tenemos al guión que culpar por eso. Este es un tipo muy básico de comedia, muy simple y accesible, pero demasiado inocente para su propio bien; con un tema tan grave como trasfondo, podría haber sido mucho más oscuro y tener un poco más de profundidad o al menos haber pasado de lleno a la comedia screwball-física que es brevemente explorada. Me reí un par de veces, pero no fue gracioso per-se. Por lo menos no va por el camino Adam Sandler "patada en las bolas, mierda en la cara" y por eso hay que estar agradecidos.

La falta de tomar riesgos de Bret Ratner y compañía es lo que en última instancia daña más a esta película. Pero, para lo que vale, no es una mala película, no es aburrida y es técnicamente competente. Es una buena forma de matar una hora y media, que entretiene y es olvidada casi inmediatamente una vez terminada.



domingo, 19 de febrero de 2012

Reseña: Brick, film noir en tiempos modernos.

Brick (2005)
Dir: Rian Johnson


El Film Noir es casi un arte perdido hoy en día. Muy pocos directores se atreven a abordar lo que alguna vez fue el género más popular en el cine. Por lo tanto, es refrescante ver una película como Brick, que no sólo está inspirada por las clásicas novelas policíacas de Hermet Dashiell , sino que también comparte la casi perfecta calidad técnica los mejores thrillers de Hitchcock. Y, sin embargo, a pesar de haber sido inspirada por y compartir muchos elementos con viejas novelas y películas, es una película que todavía se siente fresca, sobre todo gracias a la historia y caracterización.

Brick comienza como muchas películas de este tipo, Brendan (Joseph Gordon-Levitt) encuentra el cuerpo sin vida de su ex-novia Emily tirado en una alcantarilla. Rebobinamos dos días al momento en que recibe una llamada de una aterrorizada Emily pidiendo su ayuda, ella se ha encontrado a sí misma inmersa en el mundo del comercio de droga de su escuela y ha cometido un terrible error. Ella pide su ayuda, podemos ver un mustang negro pasando por la calle, ella grita y la conversación termina  abruptamente. Brendan pasa los siguientes dos días en su busqueda, lo que le lleva a entrar en el mundo de las drogas que tanto había evitado y que alguna vez fuera la causa de su ruptura con Emily.

Y entonces ella muere. Ahora el foco de la historia cambia. Brendan esconde el cuerpo, sabe que si la policía entra en el caso sólo va a encontrar al asesino, eso no es suficiente para él; quiere al cerebro detrás de toda la operación, el verdadero culpable. Como todos los buenos detectives comienza a investigar, planificar, infiltrarse y a jugar con los otros personajes de una forma que me recuerda mucho a Sanjuro, personaje de la clásica película de Kurosawa Yojimbo.

La historia es llevada por la fuerza de su guión, metódicamente construido de tal manera que permite que la interacción de los personajes entre ellos mismos de-construya todas las piezas del rompecabezas poco a poco y nos permita descubrir el misterio a medida que avanza. La locación le permite jugar con las concepciones del género, es una historia de detectives, pero también es un drama adolescente bien hecho con muchos momentos cómicos impecablemente cronometrados. 

Esta es la primera película del escritor y director Rian Johnson, hecha con un presupuesto increíblemente bajo y mucha determinación. La falta de presupuesto apenas se muestra ya que hay muchos ingeniosos trucos de cámara y efectos prácticos que complementan la impresionante cinematografía. Es una película hermosa llena de interesantes tomas y una excelente edición.

La queja que he visto más sobre esta película es que debido al lugar en donde se lleva a cabo la historia, la edad de los personajes y el tono oscuro, es difícil tomarla en serio. No estoy de acuerdo, en el mundo de hoy me resulta más difícil creer que este tipo de negocio relacionado con las drogas no se da en liceos de todo el mundo. Y aún así, aunque no fuera creíble, todavía es una increíble pieza de entretenimiento con grandes actuaciones, casi impecable calidad técnica y un inventivo guión que la colocan entre las mejores películas modernas de su tipo.