lunes, 20 de febrero de 2012

Reseña: Tower Heist, el cine en su forma más simple.

Tower Heist (2011)
Dir: Brett Ratner


Con la excepción de su imperdonable entrada en la serie X-Men y la mediocre After the Sunset, disfruto las películas de Brett Ratner. Él es un director que suele verse con desdén por su estilo tan básico de hacer cine. Pero siempre las he disfrutado en toda su gloriosa simplicidad, de hecho voy a ser honesto y admitir que Rush Hour 2 es una de mis películas favoritas. Tower Heist se mantiene con esta mentalidad simplista, es una buena pieza de entretenimiento, pero al final, el rasgo más notable del director (el hecho de mantener  sus películas lo más simple y digerible para las audiencias masivas como sea posible) es lo que más la daña.

La trama toma prestado de otras películas, en especial los remakes de Ocean’s Eleven y Fun with Dick and Jane, incluso tiene a Casey Affleck (de las películas de Ocean’s) y a Tea Leoni (de Fun with Dick & Jane). Aquí, un grupo de empleados de un edificio de apartamentos para ricos de alta seguridad pierde todo su dinero después de que un inquilino rico a quien le habían confiado todos sus ahorros se ve envuelto en un esquema de Ponzi (una inversión fraudulenta utilizando dinero de inversores), por lo que hacen la cosa más lógica que  un grupo de personas haría en esta situación: irrumpir en su apartamento y robarle todo su dinero.

La parte "graciosa" del problema es que todos son más o menos estúpidos, así que deciden contratar a un "experimentado" ladrón que resulta ser igual, si no más, inepto que ellos, sin mencionar egoísta. Luego se nos presentan escenas como la de una anciana que se acerca al grupo en pleno robo para la gran sorpresa de ellos y les pide que saquen a pasear a su perro, aparentemente ajena a lo que está sucediendo delante de ella; da la vuelta y se marcha como si nada hubiera sucedió para el alivio del grupo. Esta, como muchas otras en la película, es una escena que hemos visto hacer infinidad de veces en infinidad de otras películas. Es un argumento muy cliché y formulista.

Las películas de robo usualmente se dividen en tres segmentos: él problema, la planificación y el propio robo. Esta película no se vuelve demasiado compleja como ya estamos acostumbrados a ver, realmente no exige toda la atención del público y no tiene una gran cantidad de factores que entran en juego, por el propio hecho de que mantiene en una mentalidad simplista. Esto no es necesariamente malo, pero impide un desarrollo de la historia realmente emocionante y sorprendente.

Ben Stiller, Gabourey Sidibe, Matthew Broderick, Eddie Murphy, Affleck, Leoni y el resto del elenco hacen un buen trabajo, más nunca van más allá de lo poco que demandan sus personajes. Son todos igualmente carismáticos y esto representa lo más cercano que Murphy ha estado a sus días de gloria. Sin embargo, con tanto talento cómico presente, se siente como una oportunidad perdida, nunca intentan salir de la rutina para hacer sus líneas especiales o más graciosas.

Pero tal vez tenemos al guión que culpar por eso. Este es un tipo muy básico de comedia, muy simple y accesible, pero demasiado inocente para su propio bien; con un tema tan grave como trasfondo, podría haber sido mucho más oscuro y tener un poco más de profundidad o al menos haber pasado de lleno a la comedia screwball-física que es brevemente explorada. Me reí un par de veces, pero no fue gracioso per-se. Por lo menos no va por el camino Adam Sandler "patada en las bolas, mierda en la cara" y por eso hay que estar agradecidos.

La falta de tomar riesgos de Bret Ratner y compañía es lo que en última instancia daña más a esta película. Pero, para lo que vale, no es una mala película, no es aburrida y es técnicamente competente. Es una buena forma de matar una hora y media, que entretiene y es olvidada casi inmediatamente una vez terminada.



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