domingo, 30 de diciembre de 2012

Películas favoritas del 2012....y más.




 

Habla volúmenes del talento de un director el hecho de que pueda tomar una historia de la vida real cuyo desenlace ya conocemos y aún así mantener la tensión a niveles de infarto durante toda la película. 










No solo es una tremendamente entretenida y técnicamente magnífica obra maestra del cine blockbuster, también impresiona por como balancea tantos personajes y franquicias sin perder coherencia narrativa. La he visto una cantidad obscena de veces desde que salió, y cada vez es igual de entretenida que la última.








Este es el tipo de película que puede arruinar un día perfectamente feliz, no porque sea mala, sino por ser increíblemente deprimente. También es probablemente la mejor película del año, ciertamente es la más hermosamente construida. 









El interludio de acordeón por si solo la pondría en la lista, pero hay mucho más en esta película que eso. Es difícil describir exactamente qué es lo que la hace tan cautivante. A simple vista es una completa locura sin sentido, pero aún así me encontré inmerso en su mundo y no pude dejar de pensarla por días después de verla. Si hay justicia en este mundo Denis Lavant gana todos los premios de actuación del año. 










No puedo contar la cantidad de veces que he visto alguien en mí día a día, en televisión o internet que me diera vergüenza de ser humano. Esta comedia negra  está hecha a la perfección para esos momentos. Probablemente no le dispararía a los idiotas que hablan en el cine como si estuvieran en la sala de su casa, pero vaya que es satisfactorio verlo en esta película. 








Esta resulto ser una verdadera sorpresa pues el material publicitario básicamente te gritaba en la cara “MIREN A LIAM NEESON GOLPEAR LOBOS EN LA CARA!!!”, hay mucho de eso pero también es un estudio de las diferentes actitudes del humano frente a la adversidad. 









Una película que utiliza el viaje en el tiempo no como excusa para acción sino como método para explorar consecuencias y personajes. Es pequeña, no muy ambiciosa pero original, inteligente y cerebral. El universo que crea no es perfecto pero sirve para recordarnos que hay una alternativa simple y funcional a la sobrecargada y extravagante estupidez de películas de ciencia ficción como Prometheus.  







Dejando al lado el hecho de que la historia y los personajes son tan mínimos que carecen de importancia, The Raid es absolutamente perfecta. La coreografía, trabajo de cámara, edición y fotografía hacen de la acción completamente visceral y emocionante. Es imposible verla sin verbalizar los sentimientos de alguna forma: “Ouch” “ohhhh” “ugh”… Este es futuro del cine de acción. 








Probablemente es la actuación de mi futura esposa (!) Zoe Kazan, o su química con Paul Dano, o tal vez su magnífico guión, pero hay un encanto indescriptible en esta película que me mantiene con una sonrisa de oreja a oreja…hasta que llega al inesperadamente oscuro climax.  











Después de 50 años, 23 películas y una fórmula que esta cementada en sus raíces, es difícil esperar algo verdaderamente emocionante de las nuevas películas de James Bond, pero eso es exactamente lo que Sam Mendez logro con Skyfall.












Otras películas que me gustaron:  21 Jump Street, Piedra Papel o Tijera, Take This Waltz, The Woman in Black.

Documentales favoritos: Side by Side, TIempos de Dictadura, West of Memphis. 

Las peores: Blue like Jazz, Cabin in the Woods, Liberal Arts, Memorias de un Soldado, Ted.

Más decepcionantes: Brave, The Dark Knight Rises, Prometheus.

Si contara como 2012 la pondría en la lista 10 veces porque es demasiado genial: Buscando a Nemo 3D.

domingo, 10 de junio de 2012

Reseña: Brecha en el Silencio

Brecha en el Silencio
Dir: Luis y Andrés Rodriguez.

Brecha en el Silencio trata temas que no son infrecuentes en el cine venezolano. Es una película sobre una familia muy disfuncional que trata de vivir lo mejor que puede el día a día de los barrios pobres de Caracas. Este tipo de historia esta, francamente, sobreexpuesto y el ritmo al que aparecen hace que sea un sub-género que la mayor parte del tiempo puede ser predecible y exhaustivo. Afortunadamente, esta película le da un enfoque fresco al problema sin sacrificar poder emocional ni desarrollo de personajes.

Parte de esto es porque a pesar de que su realidad social juega un papel importante en el desarrollo de la historia, la película no es definida por ella. Los directores Luis y Andrés Rodríguez crean el mundo como es sentido por Ana (Vanessa Di Quattro), una joven sorda de 19 años quien vive y trabaja con su explotadora e inestable madre Julia (Juliana Cuervos) y es constantemente abusada física y emocionalmente por Antonio (Rubén León), el novio de Julia. La desolación de este mundo es contrastada por la inocencia de Ana y el amor que siente por sus dos hermanos menores.

La fuerza de la historia yace en lo bien construido que está este mundo. En cualquier otra película  un personaje como Julia podría ser visto como un antagonista, pero precisamente porque la vemos desde la perspectiva de Ana tenemos una relación de amor-odio con ella, esto también hace que los malos momentos mucho sean mucho más lúgubres y los buenos mucho más dulces y conmovedores.

Este enfoque personal también se traduce en la forma en que la película se ve y suena. La hermosa fotografía de Antonio García le da calidez incluso a las escenas más deprimentes y el diseño de sonido por Eleazar Moreno envuelve al espectador completamente y es casi perfecto hasta el más mínimo detalle. Uno de los elementos más hablados de la película es la edición, la cual se podría explicar como lineal pero aún experimental en la forma en la que las diferentes tomas están  estructuradas en la narrativa. Funciona muy bien y no sólo hace que se destaque del resto de las películas de su género, sino que también también deja ciertas partes de la historia abiertas a interpretación.

Habiendo tenido la oportunidad de hablar con Di Quattro y Cuervo (quienes ganaron premios por sus interpretaciones en el Festival de Cine Venezolano) y sabiendo un poco lo que fue su preparación puedo decir que sus esfuerzos sin duda valieron la pena y la prueba de ello se ve en la pantalla. Esta es la primera película de Di Quattro y ella es capaz de mostrar una amplia gama de emociones sólo con sus ojos y gestos y forma un lazo emocional creíble con los actores que interpretan a sus hermanos. Mientras que Cuervo transmite perfectamente la dualidad de una mujer que no sabe lo que realmente quiere, su trabajo es aún más impresionante al saber que entro al proyecto tan solo días antes de que comenzara la producción. Sus actuaciones son tan buenas que el resto palidece en comparación.

Aún con sus defectos (específicamente pobres efectos especiales y ciertas escenas innecesarias) esta es una película emocionalmente poderosa y técnicamente eficiente. Los venezolanos estamos acostumbrados a recomendar nuestras propias películas como "buenas para ser venezolanas”,  púes Brecha en el Silencio es excelente, punto.


Nota: Esta película se estrena en los cines nacionales en marzo del 2013, la versión que vi fue la proyectada en competencia en el Festival de Cine Venezolano 2012, que parecía ser el corte final, sin embargo, todavía puede cambiar substancialmente de aquí a su fecha de estreno.

domingo, 13 de mayo de 2012

Reseña: Limelight

Limelight (1952)
Dir: Charles Chaplin

Limelight trata sobre un así llamado "cómico vagabundo", cuyos días de gloria y fama están muy detrás de él, no es una coincidencia que esta película de 1952 fuera realizada en la misma época en la Chaplin perdía popularidad y apoyo crítico, gracias en gran parte a las acusaciones de ser un simpatizante comunista, y si bien en sus películas anteriores había mostrado su punto de vista sobre los problemas sociales de su tiempo, ésta es su obra más autobiográfica.

Chaplin interpreta a Calvero, quién una vez hubiera sido un famoso comediante que se ve reducido a tocar en pequeños teatros con otro nombre, porque el propio se ha convertido en sinónimo de mediocridad. Cómo esto sucedió  no es explicado, la primera vez que lo vemos ya es un desastre que pasa sus noches ebrio. Y, sin embargo, a pesar de ello, mantiene una actitud positiva ante la vida, no  necesita estar en el escenario, lo único que quiere es otra oportunidad de demostrar su valía.

Es esta positividad lo que inspira a Terry (Claire Bloom), una joven bailarina a quien cuida después de salvarla de un intento de suicidio, a recuperar su autoestima y volver a la danza, convirtiéndose en un todo un éxito. Su relación, construida a base de compasión, admiración y genuino amor, es la columna vertebral de la historia y Chaplin usa su personaje para representar a toda una nueva generación de artistas.

Al igual que muchas de sus películas anteriores, Limelight es muy teatral y excesivamente sentimental. Los constantes discursos de Calvero sobre la belleza de la vida son involuntariamente graciosos pues uno puede literalmente contar los segundos hasta que comience uno nuevo, es como si el discurso final The Great Dictator fuera extendido por dos horas. Esto era mucho más fácil de obviar en sus películas mudas, pero es muy intrusivo en ésta.

Pero a pesar de su sobreactuación, la interpretación de Chaplin es muy personal y tiene mucho de verdad en ella, es imposible no simpatizar con Calvero. Su vulnerabilidad alimentada por la terquedad da una gran visión en la mente del artista. Bloom no hace un trabajo tan honesto o profundo pero su interpretación está muy lejos de ser mala.

Esta es una película muy dramática y el tono melancólico se mantiene durante la mayor parte de ella, pero hay algunos  momentos de comedia, la mayoría de ellos durante el acto de Calvero. No son muy memorables, pero la actuación final con Buster Keaton no es nada menos que brillante, no sólo porque es la primera y única vez que comparten la pantalla, pero porque es realmente divertida y es en mi opinión uno de los mejores momentos de la filmografía de Chaplin .

Al final de la película, la carrera de Calvero película termina con gracia y abre el camino a una nueva generación, tenemos la sensación de que Chaplin había aceptado su posición como artista, aunque hiciera dos películas más en su vida (que admito no haber visto) esta es su triste y honesta  despedida de su público y ese es un momento agridulce. 




miércoles, 2 de mayo de 2012

Reseña: The Avengers

The Avengers (2012)
Dir: Joss Whedon

No es todo el tiempo que vemos una película tan ambiciosa como The Avengers, Marvel ha construido un universo completo de personajes e historias que han conducido poco a poco a este evento con resultados fantásticos. Para la mayoría de los que esperamos esto desde el momento en que vimos la escena post-créditos de Iron Man, las expectativas eran increíblemente altas y si bien no es perfecta o lo suficientemente profunda como para ser considerada algo así como un "Seven Samurai con superhéroes", absolutamente cumple y a veces incluso supera las expectativas.

Al igual que en el cómic original, los Vengadores se reúnen cuando el malvado dios Loki (Tom Hiddleston) amenaza nuestro planeta después de tomar posesión del tesseract, un misterioso artefacto que le proporciona energía ilimitada y le permite tomar el control de un ejército alienígena conocido como los Chitauri. Los agentes de SHIELD Nic Fury, Phil Coulson y Maria Hill reúnen a un grupo de héroes que consiste en el auto-proclamado genio, multimillonario, playboy y filántropo Tony Stark (Robert Downey Jr.), el maestro tirador Clint Barton (Jeremy Renner), El hermanastro de Loki y dios del trueno Thor (Chris Hemsworth), la asesina rusa Natasha Romanoff (Scarlett Johansson), súper-soldado Steve Rogers (Chris Evans) y el increíble Hulk (Mark Ruffalo).

Estas personas son egoístas, están perdidos en sus propias mentes y completamente desequilibradas, no deberían estar en la misma habitación, mucho menos en el mismo equipo. Naturalmente, surgen conflictos y ellos tratando de equilibrar sus problemas internos con el inminente ataque de Loki se toma una gran parte de la película.

En el director y guionista Joss Whedon Marvel ha encontrado a la persona perfecta para liderar este enormemente ambicioso proyecto. Su conocimiento y amor por la historia y los personajes permite que esta película sea lo que debe y tiene que ser. Los personajes son tratados con respeto a sus contrapartes en los comics y sus previas interpretaciones en las otras películas, pero los nuevos elementos añadidos a sus personalidades se combinan bien con lo que ya está establecido y la historia tiene un buen ritmo y cuenta con suficientes giros para mantener las sorpresas sin sentirse trivial.

Tal vez lo más sorprendente de todo es lo bien que todos los personajes están desarrollados. No son sólo los titulares Vengadores y Loki quienes reciben toda la atención, los personajes secundarios como Fury, Coulson y Hill también tienen sus grandes momentos en las secuencias de acción y algunas escenas personales bien realizadas. También llegamos a ver nuevas caras de personajes que no tuvieron mucho que hacer en películas previas como Black Widow, Hawkeye y el agente Coulson. Todos tienen varios momentos para brillar.

Esto se demuestra en el masivo clímax de más de 20 minutos que se lleva a cabo en la ciudad de Nueva York, donde se enfrentan a Loki y su ejército en lo que es la forma más pura de entretenimiento lleno de emoción. Hay una gran cantidad de momentos memorables y los personajes hacen cosas simplemente increíbles en una escala épica. He visto varias comparaciones entre esto y la serie Transformers de Michael Bay, lo que creo que es completamente erróneo. El fastidioso estilo de Bay no se encuentra en ninguna parte de esta película, la acción es coherente y debido a que los personajes están tan bien desarrollados y la historia ha puesto claro lo que está en juego, nos importa mucho más el resultado, lo que hace que sea infinitamente más emocionante.

Esta es también una película muy divertida. Hoy en día estamos acostumbrados a ver que la mayoría de películas basadas en comics  y de acción tienen que ser oscuras y súper serias, en gran parte gracias la serie Batman de Christopher Nolan y la recientes películas de Daniel Craig como James Bond. Apegándose al tono de los cómics, Whedon ha incluido varios diálogos y escenas hilarantes que están perfectamente equilibradoas con la acción y los momentos más dramáticos enfocados en los personajes. Todos están muy bien desarrollados y ver a los personajes interactuando entre ellos es tan divertido como la acción.

Cada miembro del elenco hace un trabajo fantástico, su química compartida es lo que hace que funcione tan bien, porque si no lo hiciera, el resto de la película perdería su impacto. Afortunadamente ese no es el caso; Robert Downey Jr. es carismático y sardónico como sólo él sabe ser y tiene un gran momento dramático con el Capitán América cuando cierta cosa que hace cambiar el curso de la historia sucede. Renner interpreta a Hawkeye como lo que es, un solitario, pero llega a mostrarnos algo de vulnerabilidad. Chris Hemsworth y Chris Evans no añaden mucho más a sus interpretaciones de lo que vimos al final de Thor y en Captain America: The First Avenger, pero igual hacen un gran trabajo y Scarlett Johansson tiene varias excelentes escenas con Hawkeye, Loki y Banner a punto de convertirse en Hulk, sé que ella tiene sus detractores, pero pienso que su interpretación fue excelente y añadió mucho a la mística del personaje.

Mark Ruffalo y Tom Hiddleston se destacan en el grupo. Ruffalo redefine por completo a un personaje que ha sido interpretado infinidad de veces por varios actores y es perfecto tanto como Banner como Hulk (al que interpreto el mismo utilizando tecnología motion-capture). Mientras tanto, Hiddleston evoluciona su personaje de Thor haciendo de él mucho más malvado y confiado, es, en mi opinión, uno de los villanos más memorables del cine reciente.

Pero esta no es una película perfecta, tiene una gran cantidad de ángulos extraños que molestaban mucho y una gran batalla en particular fue constantemente interrumpida por algunas escenas mucho menos interesantes lo que demostró ser realmente molesto; lo más decepcionante fue el epílogo, no tenemos oportunidad de ver cómo la experiencia había afectado a los personajes, simplemente termina de una manera muy poco satisfactoria. El 3D no aporta mucho a la experiencia, sin embargo no molesta y se puede ver perfectamente, pero es mayormente innecesario. Pero estos fueron sólo algunos problemas que no dañan la experiencia de tener a todos estos héroes juntos en una manera tan sorprendente, el riesgo que tomo Marvel definitivamente valió la pena.

Al final de la película, toda la sala estalló en aplausos, sabía que habíamos visto algo especial, una película que supero su potencial y fue más que la suma de sus partes. Una que puede ser disfrutada tanto por las personas que han estado siguiendo el universo cinematográfico de Marvel como por personas que no tienen interés alguno en los cómics. No decepcionó, es una de las más puras y mejores piezas de entretenimiento que he visto y nunca he salido de un cine con una sonrisa tan grande.




lunes, 23 de abril de 2012

Salón de la Fama: Akahige de Akira Kurosawa


Bienvenidos a una nueva edición del Salón de la Fama, un blog donde expongo mis películas favoritas y discuto exactamente por qué me gustan tanto, esto podría incluir algunos puntos cruciales de la trama e incluso el final, por lo que si no han visto la película sugiero que no lean hasta que lo hagan.

Esta semana es el turno de mi cineasta favorito, uno que deberían esperar a ver aquí muy a menudo, Akira Kurosawa y su película de 1965 ...

Akahige

Para empezar, hablare un poco de mi historia con Kurosawa y sus películas, que he estado viendo desde muy temprana edad. Siete Samurái fue mi primera, y fue la película que cambió la forma en la que veo el cine  y me hizo darme cuenta de su potencial, incluso la acreditaría como la película que me hizo querer ser cineasta. Después de eso vino lo usual... Yojimbo, Rashomon, Ran, Ikiru, etc. Todas han marcado mi vida fílmica al momento de ver o hacer películas de una manera u otra, también me encantan sus gemas poco apreciadas como Los Canallas Duermen En Paz, Sueños y Un Domingo Maravilloso. Básicamente, nunca he visto una película de Kurosawa que no me haya gustado, aunque no las he visto a todas.


Aka Hige pudo haber cambiado eso. No recuerdo exactamente la primera vez que la vi, pero recuerdo que no me gusto mucho. Probablemente se lo podría atribuir al hecho de que es una película de 3 horas con sólo un breve momento que se asemeja a una escena de acción, una necesidad para mi entonces muy joven mente. A través de los años y después de verla varias veces tengo mucho más aprecio por ella, tanto así que la pondría como una de sus obras maestras.

Esta historia, como muchas de las películas de Kurosawa, se lleva a cabo en un pequeño barrio de Edo en el siglo 19 y sigue al joven y altamente antipático y arrogante doctor Yasumoto (que hasta hace poco podría haber jurado que fue interpretado por Tatsuya Nakadai y resulta que es interpretado por Yuzo Kayama, el parecido es asombroso), que ha sido asignado a una pequeña clínica rural, la cual él cree que está por debajo de su talento y sus aspiraciones como médico. La clínica está llena de pacientes que son "pobres, están llenos de pulgas y piojos y apestan" como uno de los personajes tan elocuentemente lo expresa, el personal es pequeño y apenas puede mantener el ritmo con la constante afluencia de pacientes enfermos.

El Dr. Kyojo Niide, o "Akahige" (barba roja, interpretado por el legendario Toshiro Mifune) es el jefe de la clínica y aunque parece autocrático al principio, pronto descubrimos que en realidad es dulce y compasivo, mantiene a la clínica con pocos recursos y sin embargo, nunca le cobra a los pobres. Yasumoto se rebela contra él, "¿cómo se atreve a pedirme que trabaje para la gente que no me paga? ¡He entrenado para ser el médico del Shogun!" piensa a sí mismo, nunca obedece a Akahige y muy rara vez ayuda a alguien.

El dominio de Kurosawa en demandar perfección absoluta de cada uno de los aspectos de las escenas, ya sea en el maquillaje de los actores o de los detalles en las realistas y claustrofóbicamente pequeñas habitaciones, hacen que la clínica cobre vida (lo cual es bastante irónico ya que la mayoría de las personas que la habitan están muriendo).Nos mete en ese lugar en ese momento y es realmente deprimente. La yuxtaposición entre estas imágenes y la actitud de Yasumoto me hace enfadar como pocas películas pueden, "¿Qué diablos está haciendo? ¿No puede ver todo lo que está sucediendo a su alrededor? ".


Y justo allí, desde el comienzo, siempre es claro para mí que esta es una película que me hará sentir y me hará pensar. Kurosawa siempre pone comentario social en sus películas y siento que en esta, en conjunto con Ikiru y Un Domingo Maravilloso hace sus puntos de vista sobre la injusticia social más claros que en cualquier otra.

Gracias a Akahige y sus pacientes, Yasumoto comienza a darse cuenta de que tan terribles las cosas que le rodean son en verdad, así como lo que puede hacer para ayudar. Desde ese momento siento que la película comienza a mostrarnos a Akahige desde el punto de vista subjetivo de Yasumoto, porque a pesar de que continuamente se critica a sí mismo es mostrado como un personaje casi perfecto, tan amable y bueno que parece salido de un universo alternativo donde la gente es completamente atenta y compasiva, una versión idealizada de lo que un médico debe ser (no estoy diciendo que no existan médicos como él, pero son ciertamente una minoría). Esta cantidad de crítica social podría llegar a fastidiar a algunas personas por completo, pero no puedo evitar estar de acuerdo con los puntos de vistas morales que se establecen y el hecho de que una película que se desarrolla en el siglo 19 y se hizo en 1965 aún resuene con la realidad en la que vivimos es realmente impresionante.

Como es común en las películas de Kurosawa, la historia del personaje principal no es más que una pequeña pieza de un rompecabezas gigantesco. Hay muchos otros sub-tramas que giran alrededor de los pacientes y el personal de la clínica. La mayoría de ellos son excelentes y agregan mucho a la trama, la única excepción notable es la historia de Sahachi, un hombre popular y generoso que en su lecho de muerte cuenta la historia de su esposa y cómo se relaciona con un misterioso cadáver que se descubre durante un deslizamiento de tierra. Esto toma unos 15 minutos de la película y no es muy interesante, además que no aporta nada al resto de la historia por lo que no sólo es aburrido, sino también innecesario.


Pero esto es una pequeña excepción que puede ser fácilmente pasada por alto si tenemos en cuenta lo poderosas que son el resto de las historias, sobre todo la de Otoyo, una niña que se convierte en el punto central de la película durante la mayor parte de la segunda mitad. Esta niña enferma de 12 años de edad es rescatada por Niide y Yasumoto de su opresiva madrastra que la hace trabajar en su burdel infestado de sífilis sin consideración por su salud o cordura.

El cómo es rescatada la niña es realmente extraño de una forma cómica. Niide tiene que luchar contra una banda de bravucones y utiliza sus conocimientos de artes marciales y de medicina para romperles los huesos en una pelea que no tiene nada que envidiarle a las mejores películas de karate. La película es muy consistente con su estado de ánimo oscuro y dramático casi deprimente, por lo que esta escena se destaca debido a lo inesperada que es y, aunque muy breve y no pretende serlo, en realidad es un algo cómica. Pero supongo que también se aplica a la forma en que Niides es presentado como un ser humano casi perfecto.

Otoyo desarrolla sentimientos de amor y admiración por Yasumoto, quien pasa la mayor parte de su tiempo cuidando de ella, tanto así que incluso se pone celosa cuando su prometida lo visita. Con el tiempo, se gana la confianza de todos, e incluso comienza a trabajar en la clínica para ayudar al personal. Otoyo conoce a un joven ladrón de su edad, le ofrece comida y su amistad. Su relación se vuelve el enfoque de una buena parte de la película, pero es tan rica y hermosamente contada que es difícil quejarse.

Uno de los momentos más hermosos e igualmente desgarradores de cualquier película de Kurosawa aparece cerca del final. El chico está a punto de morir y Otoyo sale corriendo del cuarto, se empiezan a escuchar gritos desde afuera, es Otoyo y las otras mujeres del personal gritando el nombre del niño al pozo, creen que si lo llaman su alma volverá desde el centro de la tierra y regresara a su cuerpo, si pueden traer su alma de vuelta antes de la mañana no morirá, se me ponen los pelos de punta cada vez que veo esta escena. También presenta un logro técnico increíble, en una toma las vemos desde el interior del pozo cuando de pronto la cámara comienza a panear por las paredes hasta llegar a sus reflejos en el fondo justo cuando cae una pequeña gota. El cómo se hizo esta toma todavía me desconcierta.


Estamos acostumbrados a ver a Toshiro Mifune en roles excéntricos como personajes a veces locos pero muy divertidos, pero Niide es una bestia completamente diferente a Kikuchiyo o Sanjuro (sus personajes en Siete Samurais y Yojimbo, respectivamente), es mucho más tranquilo, serio e inteligente, algo más parecido a sus papeles en Los Canallas Duermen en Paz y High and Low, aunque mucho menos oscuro. Esto también representa un escalón con respecto a sus primeras colaboraciones con Kurosawa en las que a menudo interpretaba a un aprendiz (usualmente con Takashi Shimura como su maestro), aquí interpreta al maestro, un hombre tranquilo, sereno y fuerte. Es sin duda una de sus grandes actuaciones.

Y, sin embargo, no importa cuán bueno sea Mifune, es Terumi Niki como Otoyo quien se destaca en el reparto. A pesar de su corta edad en el momento que fue filmada la película, su actuación es completamente creíble, conmovedora e incluso a veces dolorosa a causa de lo real que es. Si no fuera por el excelente trabajo del resto del elenco, ella podría fácilmente haberse llevado la atención por completo.

Y ¿qué hay de la excelente cinematografía? ¿La hermosa banda sonora? ¿Los increíblemente realistas sets? Literalmente podría hablar y escribir durante días y días sobre esta película y ni siquiera hubiera tocado la superficie de todo lo que se puede decir al respecto de la misma. Esta es una película notable en la filmografía de Kurosawa no sólo por ser su última en blanco y negro, sino también la última en la que trabajaría con Toshiro Mifune, su colaborador en 16 películas. La larga producción de dos años y el hecho de que su barba natural tenía que ser mantenida a través del rodaje porque Kurosawa no permitía que utilizara una barba falsa le hizo incapaz de actuar en otras películas y resulto en que terminara casi en quiebra, lo que provocó que ambos rompieran su amistad (algunos dicen que por siempre, otros que se reconciliaron poco antes de la muerte de Mifune). Claro, es una lástima que nunca llegamos a ver otra colaboración Kurowa-Mifune, pero vaya que nos dieron un final increíble.




domingo, 22 de abril de 2012

Trabajo fotográfico: Artistas Trabajando

Este es un trabajo fotográfico documental que busca expresar mediante una serie de fotos el día a día de varios artistas en diferentes ramas del ámbito.

(Click en la imagen para ver en tamaño completo)


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martes, 3 de abril de 2012

Salón de la Fama: Lost in Translation de Sofia Coppola


Bienvenidos a la primera edición del Salón de la Fama, un blog semanal (o bi-semanal dependiendo del tiempo que tenga) donde hablare larga y extendidamente acerca de algunas de mis películas favoritas. Voy discutir exactamente por qué me gustan tanto estas películas, entre esto algunos puntos cruciales de la trama incluyendo los finales, por lo que si no han visto la película sugiero que no lean esto hasta que lo hagan.

La primera película es mi película favorita, lo cual me pareció una buena manera de comenzar: 


Lost in Translation.

Tokio, una de las ciudades más pobladas y complicadas del mundo; su idioma, cultura y estilo de vida casi impenetrable para los extranjeros. Este es el escenario Lost in Translation de Sofia Coppola, una película enfocada tanto en el dialogo como en el silencio. Es una exploración no de un país, sino de la vida.

¿Cuántos de nosotros no soñamos con ir con alguien que amamos a un lugar nuevo y fascinante donde nadie nos reconocería? Eso es lo que Charlotte (Scarlett Johansson) desea y espera cuando viaja a Tokio con su marido fotógrafo, pero él está allí por su trabajo. Ella quiere estar con él, pero la última cosa en su mente es su esposa. Él la deja sola durante largos períodos de tiempo y lo único que ella hace es mirar fijamente fuera de su enorme ventana. ¿En que está pensando? Sólo podemos imaginar.

Y luego está Bob, un actor cuyos mejores días están ya muy lejanos en el pasado. Él está en Tokio para ganar 2 millones de dólares haciendo un anuncio de whisky. Se puede decir que realmente no quiere o se preocupa por el dinero, sólo lo está hace para mantener feliz a su esposa en Los Ángeles. Es casi carente de emociones, y la noticia de que olvidó el cumpleaños de su hijo de nuevo parece importarle poco; su esposa lo molesta constantemente con mensajes acerca de cosas que, obviamente, no le importan.

Ambos están alojados en el mismo hotel y ninguno puede dormir.

Algunas personas se quejan de que durante este tiempo no pasa nada. No estoy de acuerdo. A través de sus interacciones con sus entornos se puede entender mucho más acerca de los personajes. Charlotte camina alrededor de la ciudad, entra a templos y salas de juego, hay algún tipo de magia sobre todo lo que ve, ella esta obviamente interesada en probarlo, pero utiliza el hecho de que no sabe como excusa para no hacerlo, algo que va mucho más allá de estas cosas simples.


Bob tiene sus sesiones de fotos, haciendo todo lo posible para entender qué demonios quieren sus directores. Él no está molesto, lo único que quiere es terminar todo rápidamente, volver a casa y así dejar de ser miserable en un ambiente extraño para ser miserable en uno más familiar.

Es este estado de soledad aparentemente eterna que me permite conectarme con los personajes. Todos nos hemos sentido perdidos en algún momento, de una manera u otra. Sofia Coppola muestra exactamente cómo se siente, manipulando estos personajes de una manera casi hipnótica. Es difícil quitarles la mirada de encima, incluso aunque en el exterior parece que no están haciendo mucho.

Y entonces sucede la magia. Una noche en particular de insomnio se encuentran por primera vez en el bar del hotel. Ya se habían visto en el hotel anteriormente, pero nunca habían hablado hasta este momento. La conversación es corta y no muy profunda, ninguno parece estar muy interesado en la otra persona y sin embargo, son más sinceros entre ellos de lo que han sido con cualquiera, incluso sus parejas.

A medida que el tiempo pasa se vuelven más y más cercanos, pasando casi todos los momentos de su corta estadía juntos. Su relación es más que solo una atracción romántica o sexual y Coppola lo hace evidente cuando los hace pasar una noche entera en cama completamente vestidos y tan solo hablando de la vida, aunque obviamente tienen sentimientos que van más allá de una simple amistad casual, se relacionan de una forma que rara vez he visto a personajes de una película hacer. No se besan ni tienen sexo, sólo existen allí, en el mismo lugar, al mismo tiempo, comprendiendo por lo que el otro está pasando y disfrutando cada segundo de su compañía. Es una cosa hermosa de ver.

La película es una serie de momentos pequeños, silenciosos y casi inexplicablemente intensos: una conversación, una broma, una sonrisa, una pausa incómoda. El que tiene más efecto en mí sucede durante una noche de fiesta con los amigos Japoneses de Charlotte, van a un club, luego a una fiesta y finalmente a un bar de karaoke donde Bob canta la canción de los años 80 "More Than This". Después del coro, durante una breve pausa, se da vuelta y mira fijamente a Charlotte, ella lo mira a él y después de un momento le da una pequeña sonrisa. Esta escena dura sólo unos pocos segundos, pero la manera en que se miran el uno al otro y en que la escena está rodada y escrita dice mucho más que un simple dialogo. Es uno de los momentos más hermosos y conmovedores en una película llena de ellos.


Murray y Johansson tienen una química casi magnética, el diálogo fluye magníficamente entre ellos y  cada gesto, no importa si es un guiño, una sonrisa o un simple toque de manos se siente importante. Es impresionante la forma en que viven sus personajes y sin embargo permiten la audiencia ponerse en sus zapatos sin perder su personalidad y haciendo que cada emoción se sienta real. En pocas palabras: Ellos son humanos.

También me gusta el hecho de que la película reconoce que no todo en la vida, incluso para una persona solitaria, es triste e interminable. Hay muchas escenas y diálogos increíblemente graciosos en su mayoría proporcionados por Murray. Un momento particularmente hilarante es cuando uno de sus ayudantes japoneses envía una agresiva bailarina exótica a su habitación quién le ordena una y otra vez que le “lompa las medias", la expresión en el rostro de Murray en su intento de comprender qué demonios le está pidiendo que haga no tiene precio.

La otra estrella de la película, además de los protagonistas y Coppola es el cinematógrafo Lance Acord, quién capta todos los entornos y los lleva a la vida con una fotografía colorida pero modesta. La forma en que graba las escenas con Charlotte mirando fuera de su ventana es impresionante; es capaz de transmitir a través de las imágenes exactamente lo que sienten los personajes.


La montaña rusa emocional que es esta historia culmina en el final más emocinalmente potente que he visto en mi vida. Mientras Bob está a punto de salir de Tokio ve a Charlotte caminando por la calle, rápidamente sale de su limusina y corre hacia ella, hay un momento de silencio y luego la abraza. Ella comienza a llorar y él le susurra algo al oído que no podemos escuchar pero en realidad no importa, es un secreto entre ellos. Se besan brevemente y dicen un último adiós antes de continuar sus diferentes caminos. La aventura ha terminado, probablemente nunca se verán de nuevo, pero al final la película deja un mensaje esperanzador: Todos estamos destinados a ser encontrados, no importa dónde, cuándo o cuánto tiempo dure.

Cada vez que veo Lost in Translation siento algo diferente, me entero de algo, pongo en duda el propósito de la vida, pongo en duda el significado de la felicidad. No es todo el tiempo que una película te influye profundamente o te hace pensar y sentir, y mucho menos hacerte descubrir nuevas emociones y pensamientos cada vez que la ves y he visto esta película más de 20 veces desde que la vi por primera vez en el 2006. Es por eso que es mi película favorita.